Apicultura

La Apicultura

Es una tradición milenaria que consiste en cuidar un enjambre de abejas dentro de colmenas, obteniendo de ellas, la miel.

También se obtienen otros productos naturales como propóleos, polen, jalea real y medicinas. El apicultor es un ganadero de rebaños de abejas, las cuida y multiplica.

Así mismo es una profesión fuertemente ligada a la sostenibilidad. Es por tanto, una labor asentada a lo largo de la historia en el mundo y la cultura rural.

Ser apicultor es una ocupación apasionante y variada. Proporciona las alegrías de un trabajo manual y reflexivo, pero también las preocupaciones de quien depende del clima, la protección de la biodiversidad y la salud de sus animales

Las abejas, junto a otros insectos, desarrollan una actividad fundamental para la alimentación del ser humano y de todos los animales: la polinización.

Sin esta labor bajaría hasta un 75% la productividad de las cosechas. Además de los cultivos, la mayor parte de la flora silvestre (hasta un 90%) precisa de la polinización.

Las abejas realizan la polinización, que garantiza la continuidad de la flora silvestre y también de las plantas cultivadas, y mejora su producción.

Igualmente el 80% de la biodiversidad de plantas silvestres estaría en riesgo de extinción sin la función polinizadora. Nosotros, los humanos, también entraríamos en colapso.

De hecho, dependemos de los polinizadores para nuestro suministro de alimentos, sin ellos 1/3 de nuestros nutrientes desaparecerían;

Almendras, manzanas, naranjas, tomates, cebollas, aguacates, ajos e incluso café: no tendríamos estas deliciosas comidas sin el trabajo generoso y abnegado de nuestras amigas las abejas.

 

Son variados los productos que se obtienen del infatigable trabajo de estos admirables himenópteros.
Pero la abeja no solo producía miel, el papel que desempeñó la cera fue quizás mayor, debido a su uso en la fabricación de candiles o velas de cera y otras propiedades y otras importantes aplicaciones, como la impermeabilización de maderas, cuerdas, cueros, telas, etc. Sin embargo, con el desarrollo de nuevas técnicas de conservación, manipulación y mecanismos para su recolección también se ha comenzado a colectar el polen, propóleo, jalea real y veneno de abejas (apitoxina). También se ha elaborado a partir de la miel productos tales como crema facial, champú, acondicionador para el cabello y polimiel.

 
 
 
 
 

La miel es un fluido dulce y viscoso producido por las abejas a partir del néctar de las flores o de secreciones de partes vivas de plantas o de excreciones de insectos chupadores de plantas. Las abejas lo recogen, transforman y combinan con la enzima invertasa que contiene la saliva de las abejas y lo almacenan en los panales donde madura.

 

Las ceras son ésteres de los ácidos grasos con alcoholes de peso molecular elevado, es decir, son moléculas que se obtienen por esterificación, reacción química entre un ácido carboxílico y un alcohol, que en el caso de las ceras se produce entre un ácido graso y un alcohol monovalente lineal de cadena larga.

 
 

El polen es el polvo, más o menos grueso, que contiene los microgametofitos de las plantas con semilla. El grano de polen tiene una cubierta resistente que facilita su viabilidad mientras es transportado de la planta que lo ha originado a otra para que se produzca el proceso de la polinización.

 

Los propóleos son unas mezclas resinosas que obtienen las abejas de las yemas de los árboles y que luego procesan en la colmena como sellante de pequeños huecos (6 mm o menos), en ocasiones mezclado con cera y para barnizar todo el interior de la colmena. Para huecos mayores, las abejas usan cera. El color del propóleo depende de la fuente de la que haya sido obtenido, siendo el más común marrón oscuro. A temperatura ambiente (20 °C), el propóleos es pegajoso y a temperaturas menores solidifica.

 
 
 

La jalea real es una sustancia segregada por las glándulas hipofaríngeas de la cabeza de abejas obreras jóvenes, de entre cinco y quince días, que mezclada con secreciones estomacales sirve de alimento a todas las larvas durante los primeros tres días de vida. Solo la abeja reina y las larvas de celdas reales que darán origen a una nueva reina son siempre alimentadas con jalea real. Es una masa viscosa de un suave color amarillo y sabor ácido.

 

La apitoxina es el veneno secretado por las obreras de varias especies de abejas, que lo emplean como medio de defensa contra predadores y para el combate entre abejas. En las especies venenosas, el ovipositor de las obreras se ha modificado para transformarse en un aguijón barbado.

 
 
 

Aqui os dejo algunas publicaciones recopiladas de la red de la Apicultura en Aspariegos

Gracias a Lourdes Mateos

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Vanessa
Miembro
5 de septiembre de 2020 16:50

¡Qué de cosas nos dan las abejas! ¿Qué haríamos sin ellas? Muy interesante que estos productos se estén comercializando en el pueblo… Lo natural siempre es lo mejor de lo mejor ^^

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