Los fotógrafos de bodas y otras celebraciones se presentan con su equipo en la fecha señalada en el lugar de celebración. En ocasiones, realizan previamente fotografías a la novia y su familia en su domicilio antes de la celebración.
Luego, disparan fotografías a los contrayentes y acompañantas durante el acto y, tras éste, a ellos mismos y a los invitados pidiéndoles que posen para él por grupos. Durante la cena, recorren todas las mesas del restaurante fotografiando a los comensales. Posteriormente, elaboran un álbum de la boda que entregan a los novios y se ponen a disposición de los invitados para venderles las fotos que les han hecho.