Las Comuniones


No cualquier persona puede recibir el sacramento de la Primera Comunión; existen varios requisitos previos para poder participar de este ritual.
En primer lugar, es necesario pertenecer a la Religión Católica y haber recibido previamente el sacramento del Bautismo.
En segundo lugar, es necesario recibir una preparación adecuada, por ello la Iglesia Católica organiza cursos de catequesis, que consiste en enseñar y evangelizar a los niños o adultos para que lleguen a la comprensión de este sacramento.
En tercer lugar, es necesario participar del sacramento de la Penitencia o confesión, mediante el cual, ante el sacerdote se confiesan todos los pecados cometidos a lo largo de la vida, luego el religioso le otorga el perdón divino y le impone una penitencia, que generalmente consiste en elevar una plegaria.
No cualquier persona puede recibir el sacramento de la Primera Comunión; existen varios requisitos previos para poder participar de este ritual.
En primer lugar, es necesario pertenecer a la Religión Católica y haber recibido previamente el sacramento del Bautismo.
En segundo lugar, es necesario recibir una preparación adecuada, por ello la Iglesia Católica organiza cursos de catequesis, que consiste en enseñar y evangelizar a los niños o adultos para que lleguen a la comprensión de este sacramento.
En tercer lugar, es necesario participar del sacramento de la Penitencia o confesión, mediante el cual, ante el sacerdote se confiesan todos los pecados cometidos a lo largo de la vida, luego el religioso le otorga el perdón divino y le impone una penitencia, que generalmente consiste en elevar una plegaria.


Finalmente para poder participar del Sacramento debe inscribirse la solicitud ante una iglesia, parroquia o institución educativa católica, quienes se encargarán de todos los aspectos legales y logísticos que demanda la ceremonia.
La Primera Comunión es un acto de fe en la vida del creyente que condiciona una serie de compromisos futuros para el Comulgante, siendo el principal, seguir participando del sacramento de la Comunión y por consiguiente de la Penitencia (Confesión) tantas veces como le sea posible.
Igualmente el Comulgante se debe comprometer a cumplir con los Mandamientos de Dios y obedecer los dogmas de la fe Cristiana y particularmente de la Religión Católica, Apostólica y Romana.
Años más tarde, cuando el católico alcance una mayor madurez física y espiritual, deberá participar del Sacramento de la Confirmación y cuando decida compartir su vida con otra persona, deberá hacerlo mediante el sacramento del Matrimonio, consagrando a Dios la unión conyugal.
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