La Hidroeléctrica y la Fabrica de Harinas de Aspariegos
A mediados del siglo XIX había en las afueras de Aspariegos un molino harinero conocido en la comarca por el nombre de “Aceña de Dña. Antonia”.
Esta vendió el mismo antes de finalizar el siglo a un componente de la vallisoletana familia de los “De la Cuesta”, el cual sobre la vieja aceña edificó una fábrica harinera de cinco pares de piedras (solaneras y volanderas)
A principios del siglo XX el señor De la Cuesta cedió la fábrica en cuestión a un cuñado suyo y a un sobrino nieto del mismo.
Los dos nuevos propietarios iniciaron el desarrollo industrial constituyendo la sociedad mercantil “Hidroeléctrica de Aspariegos, S.A.”, con domicilio social en Zamora y de fabricación en Aspariegos.
La precipitada sociedad constituida por los dos únicos socios inició en la primera decena del siglo XX su expansión y desarrollo modernizando la fábrica con los últimos adelantos en la técnica de molturación.
El edificio constaba de cuatro pisos destinados el bajo a cilindros y los tres restantes a limpieza de mercancías, clasificación de harinas y maceración de trigo.
La Hidroeléctrica amplió la esfera de sus actividades adquiriendo un canal de unos 800 metros destinado al suministro de agua para accionamiento de la turbina motriz, y parcelas colindantes con un molino exclusivamente dedicados a la molturación de piensos para ganado (dos juegos de piedras).
Inaguró la explotación de suministro eléctrico para dotar de alumbrado y fuerza a 16 pueblos a parte de Aspariegos.
También edificó en la zona de la fábrica un pabellón para la cría y ceba de ganado porcino y así mismo otro para 500 gallinas.
La plantilla de empleados estuvo integrada por: jefe de contabilidad y ayudante oficina de Zamora, administrador y ayudante despacho de Aspariegos (todos con vivienda), jefe molinero y segundo a sus órdenes, molinero de piensos, 3 empacadores, 3 limpieros, 3 electricistas central de Aspariegos y 16 empleados-encargados en los pueblos.
En los años de la Dictadura, las normas impuestas con carácter obligatorio, forzó a los señores integrantes de Hidroeléctrica a dar por finalizados sus trabajos de atención y expansión.
El Estado forzosamente ruinoso de los locales en la presente reseñados, da pie a pensar en un apoyo municipal a la gestión de subvenciones para volver a activar explotaciones inherentes a la antigua Hidroeléctrica.
Logros conseguidos por múltiples Corporaciones que actuaron positivamente para evitar el empobrecimiento y el abandono de los pueblos a ella encomendados.
Una anécdota sobre la fábrica.
Cuando el Valderaduey se desbordó en el año 1962, en las paneras quedaron unos 40 vagones de trigo.
Para tasar las pérdidas vinieron unos técnicos desde Madrid y cual no fue su sorpresa, al tener que cruzar el río en un carro tirado por un caballo, al que no hacía falta decir por donde había que pasar.
Información cedida por D. José Gómez Enrique.
A LOS ABONADOS DE LA HIDROELÉCTRICA DE ASPARIEGOS
Aquí tenéis el texto transcrito para poder leerlo mejor.
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